5 consejos de Gene Deitch para crear las mejores series animadas
Gene Deitch dirigió algunas de las mejores series animadas de nuestra infancia, como Popeye o Tom y Jerry. Entre todo su maravilloso legado, dejó algunas pepitas de oro para los interesados en crear animación.
Deitch lanzó un filme documental en el año 1977 para revelar su filosofía en cuanto al arte de adaptar libros ilustrados. Se llama Gene Deitch: The Picture Book Animated, y contiene algunos consejos muy buenos que te mostraremos a continuación. Pero antes, un poco sobre este maestro de la animación.
Quién es Gene Deitch
Desafortunadamente, Gene Deitch falleció el pasado 16 de abril a los 95 años. Sin embargo, lo recordamos por su maravilloso trabajo basado en la adaptación de literatura infantil a series o películas animadas.
Inició su carrera como asistente de dirección de arte en CBS Radio. Rápidamente llamó la atención de los artistas en el United Productions of Americas (UPA), una compañía de animación iniciada por ex trabajadores de Disney Studios.
En los 50s, se ganó el reconocimiento como uno de los productores más respetados de la televisión animada. Deitch dejó UPA en 1955 para volverse el director creativo de Terrytoons, que pertenecía a la CBS. Ahí, Deitch creó al popular Tom Terrific, personaje de Captain Kangaroo, una de las mejores series animadas de los 50s.
Algunos años después inició su propio estudio, Gene Deitch Associates. Aquí realizó un corto animado del cómic Munro de Jules Feiffers, con el que ganó un premio Oscar por mejor corto animado en 1961.
Más adelante, creó al personaje Nudnik, que apareció en 12 cortos producidos por Paramount en los años 60s. Pero fue otra serie de cortos que se ganó el cariño de los fans de las caricaturas: a principios de esa década, Deitch dirigió 13 capítulos de Tom & Jerry producidos por MGM. Además, durante tres años estuvo a cargo de la dirección y producción de Popeye, uno de los personajes más entrañables de la animación.
1. La aportación artística de los cineastas debe ser invisible
Gene Deitch veía la adaptación de un libro como un homenaje, no como un trabajo artístico completamente independiente del realizador. Es por esto, que el cineasta nunca debe interferir o modificar el mensaje del autor.
“Una película siempre requiere bastante trabajo artístico adicional que no se encuentra para nada en el libro. Aún así es nuestro trabajo como cineastas mantenernos fuera de la vista, para intentar proyectar en la pantalla tanto del autor-ilustrador como sea posible. La adaptación debe ser una proyección del material original: debe hacer que el público joven quiera regresar al libro y que lo ame más, que vea más de este.”
2. El movimiento se puede utilizar artísticamente
A pesar del consejo número uno, Deitch pensaba que el movimiento, es decir la técnica de animación, puede utilizarse de manera artística, retratando el estilo del creador. Claro que lo más importante al plasmar el movimiento, es que este funcione para el personaje. Deitch dedicaba especial atención a reflejar el estilo de los ilustradores, dando como resultado varias de las películas más hermosas y las mejores series animadas en cuestión de efectos visuales.
De acuerdo con Deitch, cuando hizo Where the Wild Thing Are del libro de Maurice Sendak, los personajes fueron filmados en una serie de disoluciones superpuestas “para darles la calidad lenta y onírica que Maurice imaginó”. En cambio, se usaron títeres de papel rígidos para las ilustraciones de xilografía que realizó Ed Emberley para Drummer Hoff, el libro escrito por Barbara Emberley.
3. La música puede expandirse sobre los temas de la historia
Gene Deitch pasaba mucho tiempo analizando cómo utilizar la música y los efectos sonoros. Él pensaba que eran un elemento clave para impulsar algunos temas o momentos en sus películas y series animadas.
Por ejemplo, en su adaptación de Where the Wild Things Are, Deitch eligió música que se distorsiona y acrecenta para los momentos en que Max se aleja de sus padres.
4. Los libros que parecen ser los más fáciles de animar, pueden convertirse en los más difíciles
Deitch recuerda especialmente a Crockett Johnson, el autor de los libros de Harold, por su frase “Nunca pases por alto el arte de lo aparentemente simple”. Los libros de Johnson tratan sobre un niño que puede crear mundos enteros gracias a un crayon mágico.
El concepto suena hermoso y parece ofrecer un sinnúmero de opciones para realizar un trabajo original y bello visualmente. Sin embargo, al momento de adaptarlo, Deitch se enfrentó a algunos problemas inusuales. Por ejemplo, cada que Harold entraba a un mundo que acababa de crear, los animadores tenían que respetar la perspectiva conforme el personaje se movía.
5. Un buen entorno conduce a un buen trabajo
Deitch pensaba que el entorno en el que uno se desenvuelve es sumamente importante para encontrar la inspiración necesaria. Para él, era necesario encontrar un lugar para establecerse que inspire justo al tipo de trabajo que se quiere realizar. Él vivía en Praga, capital de la República Checa, y una ciudad que solía describir como sacada de un libro ilustrado.
“Al vivir en Praga, una ciudad antigua tan llena de sus propias historias, estoy rodeado de un ambiente ideal para mi tipo de trabajo… Yo animo libros ilustrados. Praga es en sí misma una ciudad ilustrada.”
Así que ya lo tienes, la filosofía y modo de trabajo de Gene Deitch. Estudia sus maravillosas películas, admira algunas de las mejores series animadas que nos dejó, y aplica estos geniales consejos de uno de los grandes maestros de la animación.