¿Por qué DreamWorks fracasó con su animación 2D?
Todos hemos disfrutado de DreamWorks, especialmente por su largometraje estrella: Shrek. Gracias a esta y otras películas se posicionó como uno de los mejores estudios de animación; bueno al menos sí entra en el top 10.
Fue fundada por Steven Spielberg, Jeffrey Katzenberg y David Geffen, y se dedicaba a distribuir películas de terceros, además de producir originales. El estudio ha logrado la distribución de más de diez películas con un box-office mayor a $100 millones de dólares cada una. Esto le da un boleto a las grandes ligas de Hollywood.
Después, en 2005, los fundadores vendieron a Viacom y comenzaron a hacer negocios con otro estudio que también pertenecía a esta compañía, Paramount Pictures. Dos años después, esa sociedad terminó, y tuvieron un contrato con Reliance Anil Dhirubhai Ambani Group de la India. Luego hicieron trato con Disney, luego con Universal, luego con NBC.
En realidad nada de esto está tan fuera de lo común para ser un estudio de animación. Los estudios y compañías distribuidoras suelen hacer asociaciones y contratos constantemente. Pero DreamWorks Animation ha tenido un camino difícil, y sus primeras producciones en 2D pudieron haber tenido algo que ver… bueno, en realidad tuvieron todo que ver.
Aquí te hablaremos de sus cinco películas en 2D y de por qué se fueron en picada llevándose al estudio con ellas.
El príncipe de Egipto (1998)
Cuando Katzenberg trabajaba para Disney, siempre quiso hacer esta historia, pero la compañía del ratón no le pareció que una adaptación de la biblia fuera tan interesante. Así que, cuando fundó DreamWorks, Katzenberg puso manos a la obra para hacer su proyecto soñado.
Los realizadores consultaron a más de 350 historiadores y líderes religiosos para tratar de contar la historia más apegada a la “realidad” que pudieran crear. Además, los artistas se basaron en el Valle de la Muerte de California para crear los impresionantes paisajes desérticos.
La verdad sí hicieron un gran trabajo de producción. La película es visualmente hermosa, los colores son muy llamativos pero van acorde con la historia. Las texturas de varias escenas, como la icónica separación del agua, son impresionantes. Y los detalles históricos fueron muy bien cuidados.
Luego se lanzó la película y la mercadotecnia fue sencilla, familiar, y evitando la estrategia de Disney que incluye vender juguetes por todos lados de sus personajes. De hecho, la estrategia de DreamWorks era justo no exagerar en el marketing y evitar a toda costa poner muñecos de El príncipe de Egipto en las cajitas felices de McDonald’s. Querían mantener el buen gusto.
Estamos hablando de una película sobre esclavitud, infanticidio, dos hermanos que se odian y la ira de Dios para decidir el destino del pueblo hebreo. Una película que toda la familia podrá disfrutar, claro, pero la falta de publicidad, no le hizo vender muchos boletos.
Además, justo ese año DreamWorks también lanzó Antz, y por supuesto, aplicó la misma estrategía “fina” de marketing. Entonces, estamos hablando de que la competencia de DreamWorks en 1998 para El príncipe de Egipto y Antz con una estrategia tranquila de marketing, fue Disney con sus dos estrenos del año (que suenen los tambores) Bichos, con Pixar, y la 100% Disney, Mulán. Por supuesto que ambas tuvieron estrategias Disney-agresivas de marketing. Pobre DreamWorks, ni siquiera tuvo una oportunidad.
El camino hacia El Dorado (2000)
Esta es una de esas películas que a todo el mundo le encanta, pero cuando salió en cines fue un fracaso rotundo. Aún así, ha ido cobrando popularidad con el paso del tiempo, y tiene sentido, porque es bastante entretenida. ¿Quizá una mejor estrategia de marketing hubiera funcionado para el box office?
El problema con esta película fueron los cinco largos años de producción. Mientras los directores Will Finn y David Silverman buscaban un musical cómico, Jeffrey Katzenberg (sí, el de nuevo) se empeñaba en algo mucho más dramático estilo El rey León. Además, los directores tenían una visión mucho más dirigida a adolescentes y adultos (de ahí que hicieran a un personaje tan “sexualmente despierto” como Chel. Pero Katzenberg insistió en que debían apuntar a un filme completamente familiar.
Después de años de conflictos, Finn y Silverman salieron del proyecto, y fueron Bibo Bergeron y Don Paul quienes cubrieron su lugar (esta vez, con opiniones más similares a las de Katzenberg).
Como sea, ese mismo año Disney lanzó Las locuras del Emperador, una película mucho más exitosa que El camino hacia el Dorado, pero con tonos y temas similares. Además, Katzenberg contrató a Elton John, Hans Zimmer y Tim Rice, el equipo que ganó un Oscar para El rey León. Vaya, ¿empezamos a notar un patrón aquí?
José: El rey de los sueños (2000)
Esta fue una película realizada para VHS, es decir, que nunca tuvo estreno en cines. Como El príncipe de Egipto, esta película también es una historia bíblica, pero el producto final no fue tan bueno. El principe de Egipto tuvo un gran trabajo de animación, la música estuvo bastante decente, y las críticas finales fueron en general positivas.
José: El rey de los sueños parecía un intento por revivir las críticas de la primera historia bíblica de DreamWorks pero con una calidad mucho menos exigente en todos los aspectos de la producción. Y la trama… no tan pensada. También es una historia con el controvertido tema de la esclavitud, pero algunas de sus canciones parecen más bien querer mostrar el lado “positivo” de esta situación. En general el tono de la película es bastante extraño.
Spirit (2002)
Uno de los temas que más le aplaudieron a DreamWorks fue que no tuvieran la necesidad de poner diálogos para los caballos. Lo complicado de esta historia era crear los movimientos de los caballos sin dejar de lado las expresiones necesarias para mostrar emociones. Pero los gestos están tan bien realizados, que no fue necesario ponerles diálogos para que se comunicaran entre ellos, y tampoco es una película aburrida. Aún así, poner animales como protagonistas de una película 2D parecía algo nuevo y arriesgado que el estudio estaba intentando.
Spirit también fue un fracaso en box office. Pero afortunadamente, Shrek se había lanzado un año antes, así que DreamWorks no la pasó tan mal económicamente. Con el tiempo, Spirit ha vuelto a recobrar popularidad, y para muchos, es una de las mejores películas 2D de DreamWorks. Como sea, seguro no está a la altura de los éxitos 3D de DreamWorks, ni de cerca.
Sinbad (2003)
Protagonizada por Brad Pitt (lo que de por sí debió de haberles salido bastante caro), Sinbad fue la película que casi lleva a DreamWorks a la desaparición. Fue un completo fracaso tanto en taquilla como en críticas.
La historia es mala, la magia no tiene mucho sentido, el uso excesivo (y poco exitoso) de 3D arruina la estética… en fin. Además, fue otra de las ideas que Disney desechó y que Katzenberg trajo a DreamWorks (¿alguien es un poco intenso con las malas ideas para películas?).
Pero la pésima realización narrativa no fue lo único que hizo enojar al público, Sinbad estuvo llena de polémica. Esta es una historia que originalmente tiene personajes árabes, sin embargo, en la versión de DreamWorks, los personajes pertenecían a Grecia, igual que la villana Ares, diosa griega. Y básicamente todas las referencias árabes se eliminaron por completo de la trama. Además, el apellido judío de Katzenberg no convenció a la crítica de que este cambio fuera una decisión puramente artística.
Para empeorar la situación, Sinbad fue lanzada entre los estrenos de Piratas del Caribe y Buscando a Nemo. De nuevo, pobre DreamWorks, no tuvo oportunidad. Al menos con la animación 2D.
No queremos señalar a nadie, pero Katzenberg parece no haber tomado las mejores decisiones narrativas. DreamWorks, sin embargo, logró retomar su posición entre los mejores estudios de animación con el 3D. Shrek, Cómo entrenar a tu dragón, Madagascar y El origen de los guardianes, son algunos de los grandes éxitos de estudios. Y esperamos que hagan más de esos, y olviden las historias bíblicas, por favor.