¿Qué es el anime o animación japonesa?
Cuando alguien dice la palabra anime, usualmente todos pensamos en una animación japonesa con muchos colores y ojos grandes (seguro los openings de tus animes favoritos vinieron a tu mente). Pero este término y esos rasgos no son completamente japoneses, y aunque los mejores animes tienen esas características, hay muchos otros que se adaptaron de mangas y que tienen un estilo distinto. ¿O estos no son animes?
El concepto de anime no es tan sencillo como parece; de hecho, en Japón tiene un significado muy diferente al que los otakus latinoamericanos le dan. ¿No me crees? Sigue leyendo para saber cómo se creó el término y cómo se usa en Japón.
Breve historia sobre la palabra anime
En japonés, es muy común usar palabras cortas en lugar de sus originales. Anime es una abreviación de animación o “animeeshon”, pero este término se ha estado usando de manera diferente en todo el mundo, incluyendo Japón. Así es como varias abreviaciones japonesas se han convertido en términos oficiales de conceptos o ideas alrededor del mundo.
Antes, sólo las personas de la industria de la animación usaban la palabra “animación” en Japón. El público general usaba otros términos para las caricaturas japonesas. Existía la película manga, “manga eiga” (漫画映画), o el manga por televisión, “terebi manga” (テレビ漫画). También se le podía llamar “douga” (動画), que literalmente significa “imagen en movimiento”. Cómo te imaginas, ninguno pegó mucho, y hoy en día, los mangas son novelas gráficas o cómics japoneses.
Fue hasta que los otakus empezaron a crear un fandom bastante grande que el término “anime” comenzó a popularizarse. Para el año 1980, ya era muy común usarlo. Pero no sólo se usaba para las caricaturas japonesas nuevas, también se refería a los programas antiguos con personajes de ojos grandes como Astro Boy, que salió al aire en los años 60.
El padre del anime (y el manga)
De hecho, Astro Boy fue una gran inspiración para varios animes. Y Osamu Tezuka, creador de Astro Boy, impactó tanto en la animación japonesa, que es considerado el padre del anime y el manga. Tezuka hizo muchas de sus obras animadas basadas en mangas (la mayoría escritas por él). Fue un pionero de esta práctica tan común de hoy en día que aplican muchos de los mejores animes: la adaptación del manga.
Hay varios elementos de Astro Boy que podemos relacionar fácilmente con el anime; sí, así es, volvemos a los ojos grandes, pero aunque no lo creas, Astro Boy se inspiró en el estilo de animación de otro país. Cuando Osamu Tezuka era niño, era fan de las caricaturas que hacía Estados Unidos desde los años 20. En ese entonces, se usaba un estilo gráfico con ojos muy grandes y expresivos que enamoraron a Tezuka. Tomemos por ejemplo, a Betty Boop y Félix el Gato.
Tezuka también usó inspiración en las caricaturas que creaba Walt Disney y que tenían el mismo estilo. Curioso que muchos años después, Disney plagiara a una de las mejores creaciones de Osamu Tezuka, Kimba el León Blanco, para hacer El Rey León. La vida da muchas vueltas, incluso en la industria de la animación.
Anime, una marca japonesa
Otros términos como “japanimation” se utilizaron de manera internacional. Sin embargo, perdió popularidad porque sonaba como el insulto “Jap” que los estadounidenses usaban contra los japoneses, especialmente en la Segunda Guerra Mundial. Ahora “anime” suena mejor, ¿no?
A nivel internacional, este término se convirtió en una marca reconocida para separar a las caricaturas japonesas del resto del mercado. Sin embargo, en Japón no existía esa separación. Para este país, cualquier caricatura con ojos grandes era anime. Por ejemplo, este DVD con caricaturas estadounidenses se vendía como “Mundo Anime”. (Sí no me crees, usa el traductor de Google con imagen.)
El anime no es anime en Japón
Canales como Cartoon Network en Japón, venden caricaturas estadounidenses como “anime extranjero”. También es común hablar de “anime Disney” en lugar de “animación Disney”.
Por otro lado, los estudios japoneses no catalogan sus caricaturas como anime. Ghibli, por ejemplo, promueve sus películas como “Trabajos de estudios Ghibli”, sin hacer una separación de su estilo japones. Ni siquiera se utiliza la palabra “animación” completa.
Como dato curioso, Hayao Miyazaki, fundador de Estudios Ghibli, ¡fue alumno del mismísimo Osamu Tezuka!
En Japón, el término “anime” se usa más ampliamente que en el resto del mundo, de hecho… se usa para todo tipo de animación. Es muy curioso que en occidente lo identifiquemos con caricaturas tan específicas. ¿Es por los ojos gigantes? Si tu respuesta es sí, te vamos a presentar el caso de una caricatura japonesa con un diseño de personajes muy diferente a lo que esperas.
Se llama Sazae-san y está basada de un manga escrito e ilustrado por Machiko Hasegawa. Fue una de las caricaturas más populares de Japón por generaciones; su éxito y duración es comparable a El Chavo del 8 en latinoamérica. ¿Sazae-san es un anime? Si el término es usado para cualquier caricatura en Japón, ¿el resto del mundo no debería hacer lo mismo?
Claro que “anime” ya no sólo es un término, se ha convertido en un elemento cultural. Las caricaturas japonesas tienen tanto impacto a nivel internacional que merecen tener su propio término. En occidente no solemos llamar a los mangas novelas gráficas, porque (además de molestar a los otakus) estaríamos minimizando las características que hacen tan diferente y relevante a un manga.
Así que quizá no sea el término correcto en Japón, pero cuando hablamos de los mejores animes en occidente, reconocemos fácilmente a esas caricaturas japonesas con gran impacto cultural y que han influenciado muchos otros tipos de animación. ¿Tú qué opinas?