Cómic de la semana: Marvel Cómics #1000
Todos los miércoles son días de nuevos cómics y nosotros, los fans, nos lanzamos sobre ellos como si no hubiera mañana. Cada semana, elegimos uno de esos cómics por su relevancia o calidad y te lo presentamos como el cómic de la semana.
Esta vez, aunque siempre hay competencia, la decisión fue fácil. El cómic de la semana es Marvel cómics #1000.
Sinopsis
Celebrando 80 años de publicación de Marvel cómics, este número nos presenta 80 historias individuales que construyen una narrativa colectiva que expande la primera idea de Marvel cómics #1 en 1939: la creación del primer superhéroe por un grupo de científicos de moral cuestionable.
Además, una serie de perfiles de personajes individuales lanzan golpes de nostalgia al corazón con mucho éxito.
¿Por qué es el cómic de la semana?
Celebrar 80 años de Marvel sería en sí razón suficiente para que este cómic tuviera una posición privilegiada, pero no es la única. La idea de presentar 80 historias individuales, ejecutadas por 80 equipos creativos es bonita, pero conectarlas de forma a veces sutil, a veces explícita entre ellas – y además con la historia de Marvel cómics #1- es una gran idea. A pesar de la animosidad que los fans de Marvel podamos tener hacia Tom Brevoort, hay un enorme trabajo editorial en coordinar este ejercicio y lograr un buen ritmo entre historias.
Marvel cómics #1000 es una celebración de lo que es Marvel cómics, no solamente en su contenido, sino también en su hechura. Y con eso, una celebración de los cómics de superhéroes.
En el inicio
En 1939 Martin Goodman fundó la empresa Timely Publications. Años después, Timely sería conocida como Atlas cómics, y unos años más tarde como Marvel cómics. El primer cómic publicado por Timely Publications fue Marvel cómics #1, en Octubre de 1939. En Marvel cómics #1 aparecieron por primera vez Human Torch de Carl Burgo (en su versión original, un androide) y Namor de Bill Everett. El éxito fue inmediato, los dos tirajes de Marvel cómics #1 lograron ventas en conjunto por 900,000 unidades. Unos años después Capitain America hizo su aparición.
En el mismo 1939, Goodman contrato a Stanley Lieber como asistente editorial, en 1941 lo ascendió a editor provisional. Para entonces Stanley ya firmaba como Stan Lee. 20 años después la editorial tomó el nombre oficial de Marvel cómics.
Festejando 80 años de Marvel cómics #1, el equipo editorial de Marvel decidió contar una historia que regresara al inicio, específicamente anclándose en eventos alrededor del Human Torch original y sus creadores.
Bajo el liderazgo de Al Ewing, 80 equipos creativos cuentan 80 historias de una página (y un par de extras) que tejen una narrativa más grande y que al mismo tiempo que se comportan como cortos tributos a personajes de la editorial y a momentos icónicos de 80 años de trayectoria.
Infinity Mask
En Marvel cómics #1, el profesor Horton presenta su logro más grande: el primer hombre sintético, que además se enciende en llamas por alguna razón, Human Torch. Entre los asistentes a la presentación están tres científicos que después se harán pasar por X1, X2 y X3. Años después serían conocidos bajo diferentes nombres y afectarán la historia del universo Marvel de muchas maneras, por ejemplo creando a Adam Warlock.
Pero Marvel cómics #1000 se centra en otra parte de la historia de estos científicos: su obsesión por una máscara negra. La usaron para crear a Thunderer, un héroe clásico de los 30s, pero sobre todo ha estado fuera de su alcance, portada por varios héroes con diferentes nombres y propósitos.
Esta máscara tiene la habilidad de igualar a su portador con su enemigo, sea cual sea. En su momento The Dark Avenger la portó, también The Black Rider. Resulta imposible saber cuántas personas hubo debajo de la máscara, porque además de igualar al portador con su rival, también extiende su vida indefinidamente.
A través de Marvel cómics #1000 vemos diferentes momentos en la historia de esta máscara y los intentos de Jimmy Woo, fundador de Agents of Atlas, por entenderla. Al final, la máscara encuentra un nuevo portador, inspirado por los héroes del universo Marvel y los momentos que el propio cómic relata.
Momentos icónicos, otros…no tanto
Como ya hemos mencionado, Marvel cómics #1000 está construido por historias individuales. Por ejemplo, el número inicia con una re interpretación de Marvel cómics #1, haciendo honor a la publicación de ese número en 1939. La tercera historia relata la creación de Thunderer desde la perspectiva de Steve Rogers, justo antes de ser Capitan America, celebrando la primer aparición de Thunderer en los cómics en 1941.
La historia de Kurt Busiek y Cameron Stewart conmemora el final del título Tessie the Typist en 1949. La de Kelly Sue DeConnick y David López celebra la primer aparición de Captain Marvel en 1968, y así. Las historias son o bien parte de la narrativa de la batalla entre el grupo de científicos y la máscara infinita, fragmentos de entrevistas a los superhéroes o momentos introspectivos de los mismos.
Teniendo tantos equipos creativos y tantos años de historia, la calidad e impacto de las páginas es muy desigual. Conmemorar la muerte de Gwen Stacy en 1971, uno de los momento icónicos de uno de los personajes más importantes de Marvel, o la primer aparición de Wolverine en 1974, no tiene el mismo peso que el “dramático cambio de apariencia de Storm” en 1983.
Es un poco triste considerar que conforme los años avanzan, el impacto de los momentos también es menor. Aunque también es imposible saber si en 80 años, el regreso de Cable a X-Force en 2013 sea considerado un momento clave en la historia de Marvel.
También hay que decir que el impacto de los momentos de la editorial puede ser muy personal. El evento conmemorado para 2003 fue la corrida de Kia Asamiya en Uncanny X-Men. Un periodo sin ningún impacto en la historia de título. Al mismo tiempo, personalmente fue un bonito flashback recordar las increibles paginas que Asamiya logró durante su tiempo con los X-Men.
Independientemente del impacto de los momentos elegidos, la calidad creativa de las 80 historias también varía mucho, a veces compensando el poco impacto histórico, a veces disminuyendolo.
Historias y creadores
Las diferentes combinaciones de artistas y escritores, junto con la elección de personajes y momentos que celebrar hace de Marvel cómics #1 una muestra muy heterogénea y significativa de lo que una sola editorial puede producir.
The Last Word de Alex Ross, conmemorando el lanzamiento de Tales to Astonish en 1959, es sencilla y divertida, funciona sobre todo para recordarnos la maestría de Ross.
We Are What We Are, de Matthew Rosenberg y Leinil Francis Yu resulta poco interesante en su visión de Punisher, pero es un fantástico despliegue del talento de Yu en lo que hace mejor, momentos oscuros y personajes duros.
Hay varios ejemplos de buenas historias, o buenas narraciones, como la celebración de 1979 escrita por Toby Whitehouse y arte de Alan Davis. A pesar de ser prosa y no un cómic es una gran, gran historia. Donald Mustard, para 1981, hace un gran retrato de Dr. Doom. Erik Larsen transmite gran parte del encanto de Marvel y Spider-Man en su página para 1992.
Quesada celebra el lanzamiento que hizo junto a Jimmy Palmiotti de Marvel Knights en 1998 con una gran página de Daredevil. Sin un solo diálogo Chip Zdarsky cuenta la historia de Iron Man de forma brillante celebrando 2008, el inicio del MCU.
Evidentemente también hay excelentes momentos visuales. Las páginas de Zdarsky y de Quesada por ejemplo. Tambien la pagina de 2010, dedicada completamente a Mary Jane Watson dibujada y escrita por J. Scott Campbell. Aunque parece un poco un auto tributo, es en todo caso bien merecido. Kris Anka hace un excelente trabajo en la página de 1980, dedicada a She-Hulk. Terry Dodson continua una imparable racha de páginas impecables con la conmemoración a Star Wars para 1977.
Algunas no son tan logradas. La página de Rob Liefield celebrando a X-Force en 1991 es mediocre por decir lo menos, y la página dedicada a Blade celebrando 1972 termina con un juego de palabras tan lamentable que es mejor olvidarse de ella.
Pero en su gran mayoría las historias funcionan, ya sea para avanzar poco a poco la leyenda de la Infinity Mask, o para pegar en la nostalgia recordando momentos clave de los personajes.
Es difícil escoger una preferida, pero quizá la historia de Brad Meltzer y Julian Totino Tedesco para 1984 podría serlo. Spider-Man es interrogado por una mujer embarazada a quien acaba de salvar sobre su verdadero nombre para ponerselo a su hijo-por-nacer. Spider-Man se niega al inicio, pero cede y le da el nombre Ben. Así descubrimos a otras tantas parejas con pequeños llamados Ben, honrando al hombre responsable porque están a salvo.
Marvel cómics #1000 logra su cometido. Plantea una historia intrigante y logra conectarla con los inicios de la editorial. La desarrolla bien en este número creando suspenso y emoción. Cuando llega la revelación (celebrando un momento futuro, en 2020) estamos lo suficientemente invertidos. El número logra esto al mismo tiempo que, quizá más importante, nos recuerda a traves de 80 páginas, 80 equipos creativos y 80 momentos icónicos, porque nos fascinan tanto estos personajes y estas historias.