Los mejores cómics de Marvel: X-Men Onslaught
Durante la loquisima década de los 90’s se produjeron varios cómics individuales y arcos que sino fueron los mejores, sí fueron los más divertidos. Para los X-Men en particular pasaron muchas cosas importantes. En octubre de 1991 X-Men #1 (vol. 2, Claremont, Lee) apareció y sigue siendo a la fecha uno de los cómics más importantes de todos los tiempos, y quizá sea la portada más conocida de los X-Men en general.
Hubo otros eventos importantes que impactaron a nuestros mutantes favoritos durante años. El más importante para nosotros es definitivamente Onslaught.
El origen de Onslaught
Onslaught nació de las mentes de Scott Lobdell, Mark Waid y Andy Kubert en 1996, cuando Lobdell y Waid eran responsables por la mayoría de las historias de la franquicia.
Originalmente Onslaught estaba pensado solamente para la familia X, como continuación a Age of Apocalypse y a manera de conclusión de la historia de Bishop. Pero el equipo de Marvel vio la oportunidad de hacer algo de mayor impacto y darle una sacudida a sus títulos débiles: Fantastic Four y Avengers.
Así, con la magistral idea de provocar el reboot de los héroes más clásicos y con ventas más pobres, X-Men: Onslaught se volvió un evento que impactara a Marvel durante años.
Los X-Men antes de Onslaught
Hay varios moMentos de la historia de los X-Men que tienen una conexión con la saga de Onslaught y una de las cosas que distingue a esta serie, y la hace tan buena, es que sus conexiones con el pasado no se sienten forzadas. Aunque por supuesto que en una historia contada a través de años las cosas no siempre encajan perfecto, pero en Onslaught encajan bastante bien.
Uncanny X-Men #287 (Jim Lee, Scot Lobdell, John Romita Jr; 1992)
La primer historia relevante es la famosísima traición a los X-Men.Bishop y su pandilla encuentran, en un futuro lejano, un video de Jean Grey denunciando a un traidor entre los X-Men. Además de atrapar al villano de la historia (Fitzroy), detener a este misterioso traidor se vuelve la razón de ser de Bishop.
Fatal Attractions (Scott Lobdell, Fabian Nicieza, 1993)
En esta la serie Magneto hace de las suyas obligando a los X-Men a atacar su base espacial. Magneto hace lo que todos esperaríamos y le saca todo el adamantium a Wolverine por los poros. Por los poros.Auch.
Xavier se da cuenta que Magneto, su ex mejor amigo, está más allá de toda razón y decide “apagar” su mente por completo usando sus poderes psíquicos. Después de ese enfrentamiento, Magneto queda hecho un vegetal y Wolverine queda en un estado bestial al parecer sin remedio. Magneto regresaría años después sin memoria, con el nombre de Joseph y con una sensacional melena.
Durante seis meses en 1995, el mundo de los X-Men se convirtió en una realidad alterna donde Apocalypse mandaba, Wolverine y Cyclops se habían arrancado una mano y un ojo respectivamente, Cable no sufría del techno-virus y muchas otras cosas divertidas sucedían. La serie siempre fue pensada como un mundo alternativo con un final definido, pero tuvo tanto éxito que algunos personajes y arcos impactaron la continuidad normal.
El más importante fue que X-Man, el Cable de ese mundo paralelo, se volvió parte del universo Marvel que conocemos y es uno de los mutantes más poderosos que existe.
X-Men: Prime (Lobdell, Nicieza, y varios artistas, 1995)
Fue el regreso a la continuidad normal de los X-Men y fue súper deprimente. Los X-Men vuelven en este nùmero especial a su esencia: Dennis Hogan, un joven mutante, es perseguido y atacado por una turba de ignorantes especialistas. El equipo intenta protegerlo pero llegan demasiado tarde, Denis muere en los brazos del Profesor X.
La historia de Onslaught
**SPOILER ALERT** de 1995…
Si quieres leer la saga de Onslaught por ti mismo, checa el Onslaught Omnibus que lanzó Marvel hace unos años. Si no tienes $23,000 para eso, el Onslaught Complete Epic es bastante decente, aunque algunos de los números de preparación no están en esa colección.
Road to Onslaught
Onslaught se toma su tiempo en aparecer, al principio no es más que un nombre. Aparece en monitores en centros de investigación y – lo más emocionante- es pronunciado Juggernaut después de haber recibido una paliza.
Aparece por primera vez en X-Man #15 (Ostrander/Kavanaugh, Skroce), cuando presiona a Holocaust para que capture a Nate Grey. Lo vemos solo como una silueta amenazante. A partir de entonces empieza a hacer apariciones, ya sea como silueta o un poco más definido, en diferentes títulos de la familia X. La información más relevante está en los números de X-Man y Cable, donde Onslaught revela que ambos son la amenaza más grande hacia su plan.
Las cosas empiezan a tomar forma cuando un misterioso mutante llamado Post, esbirro de Onslaught, ataca a los X-Men. La batalla en realidad tiene poca importancia, pero nos indica que el momento de la revelación real se acerca. Lo que sí tiene esa confrontación es que es una chulada. El arte de Andy Kubert es espectacular en ese número (X-Men Deluxe, Lobdell, Kubert) y se disfruta increíblemente.
La revelación
Siguiendo la lógica de las colecciones de Marvel, ahí es donde inicia oficialmente la saga de Onslaught. Durante un par de meses más lo que vemos es a Juggernaut intentando desbloquear sus recuerdos de Onslaught, al Profesor X perdiéndolas, y al mismísimo Onslaught en el plano psíquico, intentando ganarse a Jean Grey.
Juggernaut convence a Jean Grey de desbloquear sus memorias y cuando Jean lo consigue, lo único que puede hacer es gritarle a Juggernaut que debe esconderse. Pero es demasiado tarde. Onslaught hace su gran aparición en el mundo físico y cobra su primer victima. Haciendo lo imposible, Onslaught separa a Juggernaut de la gema de Cyttorak y descubrimos que fue un acto de venganza fraterno porque… ¡Onslaught es Charles Xavier!
A partir de ahí todo sucede muy rápido y con grandes consecuencias. ¿Recuerdas esos momentos clave previos a la saga? Pues aquí está como todo se conecta:
Cuando Xavier borró la mente de Magneto en Fatal Attractions, un fragmento de la esencia de Magneto, convencido de la superioridad mutante y dispuesto a todo para asegurar el lugar de su especie, se implantó en la psique de Xavier. Creció ahí alimentado por las frustraciones y el dolor que Xavier experimentaba (como la muerte del mutante Denis).
En paralelo, Xavier descubrió la existencia de Nate Grey, sobreviviente del Age of Apocalypse, y su enorme poder. Después de confrontarlo, inconscientemente empezó a crear un plan para que su entidad psíquica saliera al mundo físico.
Cuando el fragmento psíquico de Magneto creció lo suficiente dentro de Xavier se formó como Onslaught. Su plan era el de crear un futuro digno para todos los mutantes usando sus poderes psíquicos y magnéticos. En esencia, Onslaught es la fusión de los peores aspectos de Magneto y de Xavier.
Mientras Onslaught se enfrentaba a los X-Men, Jean Grey grabó el famoso video que Bishop encontraría años después, y entonces nos queda claro que el traidor siempre fue Xavier. Jean y los X-Men sobreviven; mansión queda destruida y los hijos del átomo se quedan sin mentor.
El Plan
Al mismo tiempo que los X-Men sobreviven a Onslaught, Nate Grey intenta convencer a los Avengers que algo está mal con Xavier. Cuando los héroes llegan a la mansión X, Onslaught ha desaparecido y el equipo X está re agrupándose.
Como dijimos todo empieza a suceder muy rápido: una facción del equipo Avengers + X-Men va en busca de Magneto (en su etapa de Joseph). Otro grupo viaja a la isla Muir para encontrar una manera de detener el poder de Onslaught, en los archivos de Xavier. Wolverine busca encontrar respuestas sobre el origen de Onslaught (es él quien descubre el origen del villano).
Xavier…Xavier está ocupado secuestrando a Franklin Richards, el hijo de Mr. Fantastic y la Mujer Invisible, que tiene la capacidad de alterar la realidad. También se tomó un momento para manipular a Hulk y aventárselo a Cable, para matarlo de una buena vez.
Onslaught tiene un plan súper sencillo: matar a Cable para eliminar posibles aMenazas, secuestrar a Franklin y a Nate para usar sus poderes, y generar una nueva realidad en la cual los mutantes sean la única forma de vida humana. Un mundo feliz.
Para poder lograrlo, Onslaught necesita un poco de tiempo y usa a los Sentinelas para tomar New York. Montando un cerco protector alrededor de Central Park, Onslaught protege su recién creado palacio. Los Sentinels no sólo lo protegen, también están programados para atacar a cualquier ser con poderes sobre humanos, mutante o no. Los Sentinels son la manera en que Marvel logró atar a casi todos los héroes a la historia y mantener a los personajes ocupados. Por ejemplo, vemos la toma de New York sobre todo en los títulos de Spider-Man.
Ataque y Contraataque
En Muir Island, el equipo encuentra los planos para una armadura capaz de bloquear los poderes psíquicos del Profesor X. La decisión es adaptar esos planos y armar a todo el equipo con esta defensa y darle con todo a Onslaught.
Antes de que el arma esté lista Onslaught lanza un pulso electromagnético que deja a toda la ciudad -incluidos los héroes- sin energía. Afortunadamente, el villano no logra hacerse de los poderes de Franklin Richards, en gran parte por la resistencia que pone la parte de Xavier que aún vive en Onslaught.
Los héroes intentan contener el daño en New York al mismo tiempo que intentan completar la armadura psíquica modificada, e inclusive hacen un intento por atacar a Onslaught directamente (que no funciona). Cable y la Mujer Invisible buscan una manera de liberar a Franklin y reciben ayuda de un lugar inesperado: Apocalypse.
Después de años dormido, Apocalypse regresa justo para ver el surgimiento de Onslaught. Reconociendo que el monstruo puede lograr su planes y por lo tanto quitarle su lugar como rey de todo, Apocalypse decide ayudar a los héroes. Su plan, sin embargo, no es salvar a Franklin, sino matarlo. Cable y la Mujer Invisible lo detienen, pero no logran salvar al pequeño.
Durante todo esto, Nate Grey está ocupado intentando deshacerse de su peor enemigo: Mr. Sinister, y no hace nada por ayudar a nadie. Peor aun, entre tanta distracción Nate termina cayendo entre las garras de Onslaught.
En un ataque desesperado, Thor con ayuda de los X-Men logra separar físicamente a Xavier de Onslaught. Desafortunadamente al hacerlo elimina la última barrera que detiene a Onslaught. Sin la resistencia de Xavier, y con los dos mutantes más poderosos bajo su control, nada detiene ya el plan de Onslaught.
La última batalla
Ahora que Nate está en su poder, Onslaught descubre la realidad del Age of Apocaplyse y se da cuenta que un mundo controlado por mutantes no es necesariamente mejor. Frustrado por descubrir que la supuesta raza superior no pudo alcanzar la armonía que imaginaba, Onslaught decide modificar su plan: borrar todas las mentes individuales y dejar una sola consciencia en existencia.
Xavier hace un último intento por razonar con Onslaught, pero cuando eso falla, la única solución es la más obvia: un ataque directo y en conjunto de todos los héroes. Avengers, Fantastic Four, Inhumans, Hulk, X-Men, Dr. Doom, Namor, Hulk…todos.
En una larga secuencia de batalla que para referencia de los más jóvenes se siente mucho como la batalla final en Avengers:Endgame, ni los héroes ni los creadores (Lobdell/Waid, Kubert/Bennet) se guardan nada.
Inicialmente hay mucha confusión pues Onslaught está protegido por una barrera al parecer impenetrable, hasta que Doom urde un plan que usa los poderes de varios Avengers y X-Men para abrir la barrera y atacar a Onslaught. El plan funciona y la barrera desaparece por un momento, aunque también tiene consecuencias inesperadas.
Con la barrera abajo, Hulk tiene la genial idea de pedir a Jean Grey que apague por completo la parte humana de su mente. Siendo pura furia, Hulk es un rival digno de Onslaught y logra destruir su armadura física. Desafortunadamente, resulta que más que una armadura, el cuerpo físico era un contenedor de energía psíquica.
Onslaught ahora no tienen restricciones físicas. Sin embargo, es posible contenerlo en un cuerpo. Todos los héroes se sumergen en la energía que es Onslaught para absorberlo. Todos salvo los mutantes, pues al parecer si entran en contacto con Onslaught le dan poder en lugar de contenerlo.
Así, uno a uno todos los se héroes sacrifican para absorber al villano, y cuando Mr. Fantastic y la Mujer Invisible hacen lo propio, dan a los X-Men una sola instrucción: atacarlos con todo. Así es como Onslaught es destruido, mientras su energía está contenida dentro de los protectores de la tierra.
El costo de detener al villano imposible es la desaparición de los héroes más grandes de la tierra, y todo el mundo vio a los X-Men matarlos. Las consecuencias serán catastróficas.
Porque X-Men:Onslaught es una de las mejores historias de Marvel
La historia de Onslaught es épica en todos los sentidos. Se siente grande y lo es. Tiene consecuencias globales y también individuales. Hay situaciones espectaculares y momentos inolvidables. Durante más de 800 páginas, los equipos creativos construyeron una obra que atrapa y emociona.
Un excelente villano
Los X-Men son excelentes personajes que funcionan casi independientemente de la situación en la que estén, siempre y cuando sea desventajosa. Aun así, han tenido excelentes villanos en su historia. Los clásicos como Magneto, los Sentinelas o Apocalypse, y otros como Cassandra Nova (quizá la mejor), Mr. Sinister, el Hellfire Club, Stryfe… buenos villanos no faltan. Entre tan ilustre panteón, Onslaught destaca.
Onslaught es excelente por el peso emocional que tiene, lo peligroso que es y lo impresionante que se ve.
El peso emocional es evidente considerando que, en esencia, es Xavier malo. El fundador de los X-Men, la luz de esperanza para los mutantes, el hombre que se atrevió a tener un sueño y luchar por él, el coraz´n de todo el universo X, tiene dentro de sí una maldad inefable.
Son incontables las ocasiones en que uno o varios personajes han confesado que solo siguen en el equipo por Xavier; inclusive cínicos como Wolverine o Cable terminan creyendo su ideal. Muchos de ellos están vivos y tienen una razón de seguir vivos por él. Verlo convertirse en una amenaza para ese sueño es devastador.
Pero no solo es Xavier malo. Es Xavier combinado con Magneto. El villano primordial que, además, es un villanazo por sí solo. Es un personaje genuinamente complejo con una alternativa válida al sueño de Xavier, una alternativa basada en odio y dolor.
La combinación de ambos -inclinándose al lado oscuro- es un gran golpe para todos los que aún creían en el sueño de paz entre humanos y mutantes.
Esta fusión de personajes es también la que lo hace tan peligroso. Por un lado tanto Xavier como Magneto son increíblemente poderosos. Magneto es un mutante Omega, amo del magnetismo. Xavier técnicamente no es un mutante Omega, pero es uno de los telépatas más poderosos del mundo. Juntos son letales.
Pero Onslaught no sólo es peligroso por su enorme poder, es peligroso porque tiene una vision y la determinación para hacerla realidad. Es inteligente y cuidadoso. Y conoce a los X-Men como nadie. Sabe cómo atacarlos, como desestabilizarlos y cómo acabar con ellos.
Y qué bien se ve. En los 90s había una fórmula muy sencilla para demostrar el poder de los personajes: más volumen significaba más poder. Onslaught tiene un poco de esto al ser un personaje grande y fuerte (curiosamente, nunca queda del todo claro de qué tamaño es en realidad). Pero el diseño -en su mayoría de Kubert- resiste el paso del tiempo, a pesar del atasque noventero. Onslaught siempre se ve imponente y de miedo.
Momentos históricos
Hay varios momentos en la saga que pasaron y permanecerán en la historia. Evidentemente la creación de Onslaught fusionando lo peor de Xavier y Magneto es uno de esos momentos. Es particularmente genial porque no solo une a dos personajes con una relación tan complicada, duradera y central en la mitología de los X-Men, sino porque tiene todo el sentido del mundo con los personajes y sus historias.
Que Onslaught sea el resultado del más grave momento de debilidad de Xavier, el momento en el que hizo lo que prometió hacer jamás, es genial y marca al personaje durante años.
Otro momento histórico es la resolucion de años de historia de Bishop. La conexión entre la historia del viajero en el tiempo y esta saga es bien manejada, sobre todo con el detallazo de mostrar viñetas y diálogos tomados del cómic original. Quizá no todos los elementos encajen a la perfección -por ejemplo no hay ninguna explicación de por qué en el futuro “LeBeau” es el único sobreviviente- pero aun asi es bonito ver el ciclo cerrado. Además de dar nuevas líneas de historia a Bishop.
Aunque suene increíble, esta saga es la primera vez que Cable y Apocalypse se encuentran cara a cara. La historia de estos dos personajes siempre ha estado ligada. Su destino siempre fue encontrarse, y el origen de Cable va de la mano con Apocalypse. Sin embargo aunque sus caminos habían estado conectados, nunca se habían cruzado. Es interesante que el primer encuentro, después de años de espera, no haya sido una confrontación, sino una alianza que deja en claro lo que hace a estos dos personajes tan diferentes uno del otro.
Este encuentro pone la primera piedra para lo que casi 5 años después sería el desenlace de esa rivalidad en Apocalypse: The Twelve, otro genial arco de la familia X.
Momentos íntimos
La saga de Onslaught está llena de momentos súper íntimos y personales que realzan el impacto de las acciones del villano. El más importante otra vez parece obvio: el reencuentro entre Xavier y Magneto.
Aunque cuando ese reencuentro sucede Magneto no recuerda ser Magneto y Xavier ya no tiene sus poderes, es clara la profunda hermandad que los une. Años después descubriremos que Joseph en realidad nunca fue Magneto, pero eso en este momento no se sabe y no importa.
Muchas situaciones importantes evidentemente giran en torno a los X-Men, aunque la mayoría suceden al inicio de la saga. Hay dos momentos en particular que resuenan en el centro de los personajes involucrados. En Uncanny X-Men 334 (Lobdell, Madureira) Cyclops tiene una conversación con una proyección psíquica del Profesor X.
El profesor provoca a su alumno cuestionando su capacidad. Cyclops permanece al parecer impasible. Cuando la proyección desaparece, Cyclops se dice a sí mismo que esto no es más que una prueba más del profeso. La relación, un poco enfermiza, queda clara y la posición de desventaja que Cyclops siempre ha tenido se evidencia una vez más.
El otro momento sucede en X-Men 53 (Waid, Kubert) cuando Onslaught le muestra a Jean Grey que Xavier albergó durante años sentimientos románticos hacia ella y no, como se pensaba, un cariño paternal. Jean llega a la conclusión que Onslaught miente para desestabilizarla y aislarla del equipo. Y aunque nunca sabremos cuál es la verdad, jamás olvidaremos lo sólida que es Jean en sus convicciones.
Durante años Jean fue la seguidora de Xavier o de Cyclops, o la marioneta de fuerzas superiores (como Mastermind o la fuerza fénix). Verla capaz de resistir a Onslaught y a ese ataque a una de las piezas fundamentales de su vida, es emocionante y le da un nuevo nivel de profundidad.
El evento de Onslaught, editorialmente hablando, sólo involucró al Fantastic Four para hacer un reboot de una serie que nada más no vendia. Aún así, este equipo brilla en varios momentos en la serie. La Mujer Invisible es el mejor ejemplo para esto: es un personaje súper consistente, y enfocado completamente en recuperar a su hijo. El diálogo entre ella y su esposo mientras el mundo se cae a pedazos a su alrededor, es una demostración tan épica de dramatismo, que podría conmover hasta los más cínicos.
A su vez tanto Fantastic Four, como Avengers y Thor tuvieron un respiro antes de la batalla final en sus propios títulos que nos permitieron despedirnos de a esas versiones de los super héroes.
Momentos épicos
Si algo tiene esta saga (aparte de 800 páginas) son grandes momentos. Momentos épicos que se te quedan grabados y quieres ver una y otra y otra vez. La pelea contra Post, Juggernaut vs Gambit & Bishop, la revelación de Onslaught ante los X-Men, los Sentinels tomando New York, Hulk vs Cable…Hay demasiados para elegir.
En la lista de los más grandes momentos está el ataque de Onslaught en X-Men 55 (Waid, Kubert) cuando lanza el pulso electromagnético que deshabilita toda la ciudad y a los héroes.
Otro clásico inmediato es la transformación de Onslaught en Uncanny X-Men 336 (Lobdell, Madureira). Cuando Thor separa a Xavier de Onslaught y el monstruo libera su poder con un grito de libertad.
Justo antes en X-Men 56 (Lobdell/Waid, Kubert) Xavier, en su último enfrentamiento contra Onslaught.
Onslaught: Marvel Universe pasa de momento épico a momento épico. La llegada de los X-Men para proteger a Xavier es bonita, pero la llegada de todos los héroes para salvar al planeta es irrepetible.
La batalla de los héroes contra Onslaught es uno de los mejores momentos en la historia de los cómics sin duda; pocos han tenido su gravedad y magnitud. Dentro de la locura que es esa batalla final, el despertar de Hulk y la golpiza con Onslaught es de leyenda.
Los héroes lanzándose a absorber a Onslaught y la doble página de los X-Men atacando con todo también son increíbles, pero representan quizá el único momento “malo” en la saga. Probablemente por cuestiones de percepción de marca (de Marvel y de los personajes) así como de sensibilidades de la época (el cómic Code Authority aún estaba vigente), los X-Men atacan una masa de energía. La lógica de la historia es que atacan a los Avengers, Fantastic Four y demás héroes, pero mostrarlo como tal hubiera sido quizá demasiado.
La idea es genial, pero haber visto la imagen como tal hubiera sido histórico.
Drama y acción: el arte de los X-Men en los 90s
Lo que hizo a Marvel Marvel fue acercarnos a los personajes, no solamente desde su lado superheroico, sino también humano. El mérito normalmente se atribuye a Stan Lee empezando con Spider-Man. La idea de explotar el lado de la tragedia humana llegó a su máximo en las historias de X-Men. Muchas de las situaciones extraordinarias donde se han encontrado, se ven opacadas por el melodrama familiar entre los personajes. Son casi telenovelas y eso es parte de lo que las hace increíbles.
Los grandes artistas de cómic son en general los que entienden que el arte no es un soporte a la narración, sino que es la narración. El drama de las historias solo impacta porque está en el arte. Los noventas fueron una época dorada para los X-Men en ese sentido. Pelear contra un robot gigante, declararse amor eterno, jugar baseball…todo estaba ilustrado con la mayor intensidad posible.
Por supuesto el artista noventero por excelencia de los X-Men fue Jim Lee. Pero dos de los mejores artistas en tocar a la familia mutante fueron sin duda Andy Kubert y Joe Madureira, y la saga de Onslaught llegó justo durante su reinado.
Al abarcar tantos títulos, el arte de la saga es forzosamente desigual. Hay inclusive algunos bastante malos. En esa lista hay que incluir tristemente al ilustrador titular de X-Man, Steve Skroce. El arte de Skroce en esos números está lleno de buenas intenciones, pero es incómodo de ver.
Si bien busca el drama, lleva las expresiones y la intensidad tan lejos que no es realmente disfrutable. En retrospectiva, es muy interesante ver esta etapa relativamente temprana. Unos años después Skroce se convirtió el artista principal de story-board en The Matrix (Las Wachowski, 1999) y después el artista principal en la serie de Gambit. Su trabajo en ambos es fenomenal.
Volviendo a Kubert y Madureira, ambos hacen un gran trabajo en plasmar la intensidad de cada moMento en la saga. Kubert termina siendo el artista más importante, los números especiales son suyos. Sus ilustraciones de héroes son geniales y ejemplifican muy bien la idea de intensidad en escenas de diálogo (relativamente sencillas) posando a sus personajes y buscando ángulos de cámara que hagan interesante el arte. Es una aproximación totalmente diferente a la “cámara estática” que se ha impuesto últimamente (que tiene su lugar como arma narrativa, seguro, pero quizá es subutilizada).
Madureira era el artista en Uncanny X-Men y, aunque Menos involucrado que Kubert, también tuvo sus momentos para brillar. La influencia japonesa en el arte de Madureira fue una cubetada de agua fría para toda la industria gringa en los noventas. Xavier tiene un cuerpo de dios griego, los imposibles estándares físicos de las superheroínas se vuelven más inalcanzables, todo es grande, todo es emocionante. Las escenas de acción son legendarias, pero la expresividad de sus personajes lo es más. Uncanny X-Men 337 es uno de los mejores ejemplos de eso.
Uncanny X-Men 337, ¿el mejor cómic de los X-Men?
Después de la haber vencido a Onslaught, los X-Men regresan a las ruinas de la mansión. La mañana tras la batalla, tras la desaparición de los héroes, los X-Men se preparan para desayunar. Esa es la historia de este número.
Wolverine intenta convencer a Xavier de que se una a la familia para el desayuno. Cyclops tiene que lidiar con la buena voluntad de Beast y el humor de Iceman. Jean intenta consolar a Pietro. El próximo gran villano, Bastion, continúa sus planes lejos de ahí. En el número entero no hay una sola batalla, no hay ninguna confrontación, salvo quiza verbal.
Todos son momentos entre los personajes que reflejan por un lado el peso de los errores, el costo de las victorias y también la esperanza de alcanzar el sueño.
Aunque parte de lo emocionante de los X-Men son sus aventuras y batallas, lo que los hace únicos es la dinámica de familia que existe entre estas personas rechazadas por el mundo exterior, solas y confundidas. En la mansión X encontraron un hogar, una familia y una razón de ser. Lobdell y Madureira hacen un excelente trabajo en mostrar esto, la esencia de los X-Men alrededor de un desayuno.
Después de Onslaught
El mundo tras Onslaught fue totalmente diferente, y totalmente igual. Dentro de la historia, Xavier perdió sus poderes y decide entregarse a las autoridades, lo cual avanza la historia del nuevo villano odia-mutantes Bastion, e inicia el arco de los Mannites (en teoría una siguiente evolución humana).
Bastion tiene un buen arco y los Mannites se vuelven una de esas ideas que no concluye por cambios en equipos creativos. Xavier recupera eventualmente sus poderes en un arco bastante confuso. Los X-Men vuelven a ser el centro del odio y eso es lo importante porque sus historias pueden seguir.
Heroes Reborn
Todos los héroes están desaparecidos, pero gracias a los poderes de Franklin Richards, existen en una dimensión separada. Así es como Marvel justifica el reboot de las series. En una movida nunca antes vista, los títulos de Avengers, Fantastic Four y Capitan America son subcontratados a dos estudios independientes a Marvel. El de Jim Lee y el de Rob Liefield.
Los títulos de Liefield son cancelados bastante rápido. Aunque a la Menor provocación Liefield asegura que sus Avengers siguen teniendo el récord de ventas para el título, Marvel no le dio la oportunidad de terminar el año como originalmente habían acordado. En su momento hubo mucha crítica con relación al terrible, de verdad terrible, arte, que quizá ese fue el verdadero motivo de la cancelación.
Los títulos de Jim Lee terminaron su año y aunque nunca fueron un exitazo, Marvel buscó renovar el contrato un año más. Una de sus condiciones era que Jim Lee dibujara al Menos un número mensual y Lee simplemente no podía comprometerse a eso, asi que esas series también se terminaron.
Después de un año de haber desaparecido, los héroes regresaron a su universo sin ninguna eventualidad.
¿Secuelas?
Como todo lo que funciona en este mundo capitalista, Onslaught tuvo un par de apariciones posteriores, todas bastante desafortunadas. En algún moMento Red Skull hizo de las suyas y se convirtió en una especie de Onslaught versión 2.0, pero no trascendió en lo más mínimo.
La historia original fue la buena y, para la mayoría de los fans, la única que cuenta.
La saga de Onslaught es una historia enorme en su longitud y en su impacto. También en su calidad. Es muy difícil elegir las mejores historias, los mejores cómics individuales, con una riqueza de personajes y una larga trayectoria como la de Marvel.
Aún así, por lo bien que refleja el espíritu de su época, por lo intensos de sus momentos y lo bien tratados de sus personajes, pero sobre todo por lo divertida que es, la historia de Onslaught sin duda merece en lugar en esa conversación.