6 hábitos para una vida creativa saludable
Hay quien cree que la vida creativa solo existe en el momento de la creación—cuando escribimos, componemos, dibujamos—pero ese no es el caso. La creatividad no es diferente a cualquier deporte o disciplina, y debe de permear la vida de un artista para poder crecer de una manera saludable. El SuperBowl del creador no es cuando presenta su novela, cuando presenta su obra, su canción; es cada vez que se sienta a escribir o componer, y como en un SuperBowl, debes llegar preparado a cada sesión de práctica o ejercicio.
Como lo he hecho antes para GoGoCatrina, te doy algunos hábitos que recomiendo para mejorar tu vida creativa que puedes lograr cuando no estás activamente creando.
1. Deshazte de tu ego
Es más fácil dicho que hecho, lo sé, pero el ego es el obstáculo más grande para cualquier creador—y para cualquier persona en cualquier área, para ser honestos. Nada se interpone más en nuestro aprendizaje que el ego, y la protección del mismo. El ego es esa voz que te dice “Pero tu mamá dijo que cantabas bonito; no necesitas clases de canto”; la que te dice “Esta persona solo está celosa de mi dibujo; no voy a escuchar sus comentarios”; la que grita “Escribir esto me costó trabajo y no hay forma posible que no esté perfecto” y “Admitir ayuda de esta persona sería admitir que es mejor que yo; me niego”.
Separar a tu persona, a tu identidad, a tu valor como ser humano, de tu arte, hará maravillas para ambos. Poder escuchar críticas, poder escuchar opiniones opuestas no para debatir sino para responder, no ofenderte cuando no debes, querer cambiar de opinión, querer aprender—todo esto son pasos importantísimos para poder mejorar la manera en la que apreciamos y creamos arte, y el ego es lo que evita que podamos tomarlos.
Tómalo paso a paso y siempre recuerda que tú no eres tu arte y tú no eres tu opinión; cualquier cambio o crítica a éstas no es un cambio o comentario sobre tú como persona o tú como creador.
2. Empápate de todo tipo de creatividad y arte
Siempre he pensado que es algo absurda la existencia de currículums estudiantiles para creadores, especialmente aquellos que delinean lo que está bien hecho y lo que está mal hecho. Piensa en la mejor y la peor película que hayas visto y pregúntale a sus respectivos directores quiénes son sus directores y películas favoritas; te darás cuenta que hay muchísima coincidencia.
¿A qué voy con esto? El arte que más consumes y los creadores que más admiras no siempre se verán reflejados en la calidad de tu trabajo como artista.
Jamás limites tu apreciación—y mucho menos tu gusto—por tus medios artísticos favoritos según lo que sea conocido como bueno o malo. Si disfrutas de una película de Greenaway, chido. Si también disfrutas de una película de Nolan, date. Si puedes aprender algo de una película de Michael Bay, qué mejor. William Faulkner, Stephen King, Stephanie Meyers. Ariel Olivetti, Jim Lee, Rob Liefield. No importa. La inspiración y las lecciones existen en todos lados, y todo lo que existe tiene una lección que darte si sabes escuchar.
El problema más grande de las escuelas de arte—y los estudiantes—es que todos buscan aprender las mismas lecciones de los mismos artistas, e irónicamente terminan sin aprender nada, o todos aprendiendo exactamente lo mismo.
Por ejemplo, yo puedo decir que aprendí mucho más de leer Imajica o House of Leaves que de leer a Joseph Campbell. Aprende a estudiar absolutamente todo y tendrás una gama de colores mucho más variada para tu paleta. Sí, la calidad llegará con la práctica, pero tu terreno será mucho más fértil que el de otro creador que se clava—como cientos de millones de otros—solamente en un tipo de arte.
3. Empápate de teoría (¡en YouTube!)
Como una extensión a lo anterior, me gustaría también recomendar el adentrarte al mundo de la teoría detrás del arte (y no únicamente el arte que te interesa) para mejorar tu vida como creador.
Siempre me ha molestado cuando gente se queja de la existencia de YouTube, diciendo que es una plataforma para que gente inútil se vuelva millonaria entreteniendo a niños de once años. Aunque, para empezar, eso no tiene nada de malo, lo que me molesta es que ese comentario ignora una increíble realidad: YouTube también es una plataforma para todo tipo de contenido educativo que ha cambiado la forma en la que aprendemos.
La belleza de YouTube es que no importa el arte que quieras crear, existe un sinfín de canales dedicados al estudio y teoría crítica de él. Personalmente, una enorme parte de mi tiempo libre la paso viendo videos sobre teoría musical, diseño de videojuegos, teoría crítica literaria y más. Pegado a YouTube he aprendido más de lo que aprendí en la universidad, y eso es algo que siempre agradeceré a la plataforma.
La mejor forma de encontrar a tu nuevo YouTuber favorito es buscando contenido que analice algún título que admires o te inspire. Puede ser cualquier cosa, desde un análisis del diseño de tu videojuego favorito, una deconstrucción de tu canción favorita, y más. Si buscas, encontrarás muchos canales que te informarán e inspirarán.
Como tip adicional, recomiendo no nada más educarte sobre el arte que aspiras a crear, sino de todo; mira videos que te enseñen cómo apreciar todo tipo de arte . . . ¡o incluso podrías salirte del mundo del arte! Puedes ver videos que te expliquen algún deporte que no conozcas, algún juego de mesa que te interese, sobre el mundo de la moda, la cocina—literalmente lo que sea. Siempre y cuando el video sea de carácter educativo, sin importar el tono, el verlo te ayudará a desarrollar tu creatividad de maneras muy inesperadas. Aprender es chido.
Y sí, es muy importante empaparte de creatividad, cultura popular y más, pero es mucho más importante lo siguiente:
4. Ejerce tu creatividad (en proyectos propios)
Esta es la dura realidad: si quieres ser un buen creador, debes sentarte a crear. Muchos creadores le dan prioridad al punto de arriba y pasan muchísimo tiempo viendo series o películas, leyendo libros o cómics, lo cual está bien; absorber también informa nuestra creatividad, pero no lo suficiente.
Una hora de trabajar en tus propios proyectos es más valiosa que diez horas “estudiando” la cultura popular. Así de fácil.
5. Ejerce tu creatividad (en proyectos ajenos)
Aunque sentarte a trabajar en tus propios proyectos es la mejor manera de fomentar tu creatividad y mejorar como creador, no es la única manera de hacerlo. Ser un segundo par de ojos (u oídos) en el desarrollo de los proyectos de alguien más también es una excelente manera de ejercitar tu creatividad.
Si conoces a otros creadores, idealmente aquellos que ejerciten la misma disciplina que tú, recomiendo muchísimo ofrecerte como apoyo. Si aquella persona está dispuesta a compartir su arte sin terminar—algo muy valioso en sí—será muy bueno para ambos; tú podrás ejercitar todo tipo de aspectos creativos para ayudarle a mejorar su arte, y tu opinión le informará. Todos ganan.
6. Deja lo que no funciona
Una de las cosas más difíciles para un creador es el soltar algo que no está funcionando nada más porque ya ha invertido mucho tiempo en ello. Creo que una gran parte de esta situación viene del erróneo pensamiento que el proyecto en el que estás atascado es la única o última buena idea que tendrás.
A menos que se trate de una comisión o un proyecto que ya se ha pagado—los cuales debes terminar sí o sí—yo recomiendo mucho que si estás atascado en un proyecto creativo al punto que ya no te causa emoción, es mejor frenarlo temporalmente y explorar otras ideas. Comenzar un proyecto nuevo es de las cosas que más fácilemente estimularán tu creatividad, mejorarán tus habilidades, y te motivarán.
Habiendo dicho eso, nunca te olvides de los proyectos “por terminar” que han sido importantes para ti. Si es necesario congelar esa canción o ese libro o ese cómic por seis meses o un año o cinco años, está bien, siempre y cuando tengas muy claro cuáles son los proyectos a los que vale la pena regresar, y cuáles son los que es mejor dejar morir.
Hay mucho qué hacer para mejorar nuestra vida creativa, y exploraremos más muy pronto, así que quédate con nosotros en GoGoCatrina, pues estos son únicamente cinco tips básicos que puedes practicar todos los días. De practicarlos con disciplina, garantizo que mejorarán tu manera de crea