Cómo crear el ambiente óptimo para escribir: una guía
Seamos honestos: casi todo el mundo tiene una historia que le gustaría contar. No todas tienen que ser novelas complejas o aventuras épicas que se cuentan en nueve tomos; a veces son cuentos, fábulas, chistes, o nada más la anécdota de la última salida con la familia. Soy de la idea de que si la mente humana pudiese sentarse a escribir sin impedimentos, existirían más libros en el mundo que hasta el lector más ávido podría consumir.
Pero la realidad es que esos impedimentos sí existen. La buena noticia es que muchos de ellos pueden ser eliminados con cambios simples en tu espacio de trabajo; la mala es que aún con esos cambios, la disciplina seguirá siendo el motor que te lleve a escribir, y para desarrollarla no hay atajos.
Pero mientras tú trabajas en tu disciplina, yo te ayudo en lo demás para crear un espacio que fomente la creatividad, tranquilidad e incluso inspiración para poder contar las historias que quieres contar.
Identifica tus objetivos
Cuando busques crear tu espacio de trabajo, debes de tener muy claro dos objetivos principales: todo ahí debe de fomentar la inspiración y la relajación.
Un escritor creativo productivo debe estar ambos; todo lo que exista en tu entorno físico y virtual de trabajo, desde la música que escuchas hasta la ropa que traes puesta, debe servir alguno de estos dos objetivos, o los dos.
Encuentra un espacio que puedas adecuar libremente
No existe un solo espacio ideal. Cada vez que escucho de gente que puede ser productiva y creativa en un Starbucks, me da un shock eléctrico en el cerebro, ya que puedo nombrar veinte cosas en un Starbucks que me sacarían del mood para escribir. Yo creo que lo mejor es encontrar un lugar en el cual tú tengas el control para hacer cambios, para agregar o quitar elementos que ayudan o impiden tu trabajo. Tu cuarto, una oficina privada, un espacio rentado, un lugar en la biblioteca, etc.
Si no logras encontrar ese espacio, busca lo más cercano posible.
Adecúa y personaliza el espacio físico
La manera en la que se verá tu espacio dependerá completamente de ti. Cada escritor debe conocer cuáles son los elementos que causan distracción y cuáles son los que causan inspiración. Cuando pienses en la manera en la que adecuarás y decorarás el espacio, debes pensar en ello. ¿Cuáles son los elementos que hay que considerar? ¡Todo!
- ¿Tu escritorio estará viendo hacia la ventana o la pared?
- ¿Habrá posters o cuadros y fotografías a la vista?
- ¿Habrá otros libros, cómics, o similar a la vista?
- ¿Habrá plantas a la vista?
- ¿Tus mascotas podrán tener acceso a tu espacio mientras escribes?
Si quieres saber cuál es la mejor manera de detectar las cosas que debes tener a la vista y las que no, haz lo siguiente: toma el objeto, míralo y piensa: ¿este objeto me hace querer contar una historia? Si la respuesta es que sí, déjalo ahí. Si no, pregúntate esto: ¿mirar este objeto me relaja? Si la respuesta es que sí, déjalo ahí. Si el objeto no te inspira ni te relaja, no tiene por qué estar en tu espacio.
Por ejemplo, en mi escritorio tengo Funkos, pósters y dibujos de Villainous o Dark Souls, fotografías con mi prometida o de mi familia, plantas, coleccionables de videojuegos o series que me inspiran, y más. Ninguno de estos elementos es una distracción—sino una fuente de paz o inspiración.
Idealmente tus ojos estarán en tu pantalla el 90% del tiempo de tu sesión, pero cuando no, todo lo que exista en tu campo de vista debe relajar o inspirar—idealmente ambos.
Asegúrate de tener todas las herramientas necesarias
Una vez que hayas encontrado el lugar que usarás en tus sesiones de escritura, debes asegurarte de tener a la mano todas las herramientas necesarias. ¿Cuáles son?
- Tu computadora conectada a una red
- Una silla y mesa cómodas
- Audífonos
- Referencias (libros, cómics, etc. que necesites para tu sesión)
- Una bebida (café, té, cerveza, vino)
Tener todo a la mano al momento de sentarte asegurará que no te pararás hasta que termines tu sesión. Se vale ir al baño.
Si debes tener tu teléfono a la mano, asegúrate que esté en modo avión, cara abajo, o por lo menos con las notificaciones de redes sociales apagadas.
Adecúa y personaliza tu espacio virtual
Mi recomendación de tener una computadora conectada a la red podría sonar extraño para algunos—al final, ahí es donde se encuentran todas las distracciones; pero recuerda que ahí también es donde se encuentra toda la información—e inspiración—que podrías requerir. Mi espacio virtual ideal consta de lo siguiente:
- Un procesador de palabras (Microsoft Word, Final Draft, etc)
- Un browser abierto únicamente para material de referencia (Wikipedia, Thesaurus, Google Translate, prompts, etc.)
- Spotify, Apple Music, YouTube (lo que sea donde puedas escuchar música que te aísle del ruido externo)
Crea un soundscape
El sonido es uno de los elementos más importantes a considerar. El sonido es algo que juega una parte importantísima en tu inspiración, en tu relajación y en evitar distracciones. Cada escritor sabe cuál es el soundscape perfecto para él o ella, pero personalmente he encontrado que seguir las siguientes reglas ayuda muchísimo para ponerme a escribir.
- Si escucharás música, que sea instrumental. Con algunas excepciones, he descubierto que canciones con letras que mi cerebro pueda entender causan un enorme choque entre las palabras que escucho y las que quiero comunicar.
- Los soundtracks son fuente de inspiración. Cuando te sientes a escribir tu historia, piensa en cuáles fueron las cosas—películas, juegos, cómics—que te inspiraron a querer escribir tu historia. Escuchar soundtracks instrumentales de esas fuentes de inspiración estimulará tu creatividad sin distraerte. Yo, por ejemplo, al escribir The Armor of God, escuchaba los soundtracks de Pacific Rim y la trilogía Mass Effect. He creado playlists en Spotify específicas para cada proyecto.
- Agrega un dron en el fondo. No, no un robot volador—un sonido constante que te ayude a ahogar el ruido externo, te relaje, y no cause disonancia con la música. A mi me encanta usar el sonido de una fogata, lluvia, o sonidos de la naturaleza como viento o aves cantando. En YouTube existen videos de hasta 10 horas que puedes poner en una ventana minimizada.
Identifica los elementos de tu soundscape que armonicen con tu historia y escúchalos con un buen par de audífonos. Este pequeño cambio hará una enorme diferencia.
Separa el tiempo
Si te sentarás a escribir, debes estar seguro que durante la duración de tu sesión no exista nada más en tu mente. Si tienes una cita, si quieres hacer ejercicio, si tienes trabajo pendiente, o algo está estresándote, entonces quizás no es el momento para escribir.
Muchísimos escritores batallan con encontrar tiempo para escribir, pero la realidad es que todos tenemos 24 horas en nuestro día; lo que cambia son nuestras prioridades. Si deseas terminar tu novela, deberás darle prioridad en algún momento de tu día o semana o mes o año.
Y bueno . . .
Nada de lo descrito anteriormente es una regla. No me sorprendería que existan escritores quienes solamente pueden escribir en campos de guerra durante la noche con una máquina de escribir y una vela como iluminación. Pero, habiendo dicho eso, creo que esta guía podría ser la diferencia entre terminar tu historia o dejarla morir dentro de tu cabeza. ¡Buena suerte y a escribir!