¿Cómo encontrar trabajo como escritor profesional? 9 tips para triunfar
Cualquier persona que ha escrito las palabras “Capítulo 1” en una hoja en blanco se ha imaginado viviendo el sueño fantasía de J.K. Rowling o George R.R. Martin—una vida cómoda haciendo lo que adoramos tanto y entreteniendo a millones de personas.
La realidad es que hoy en día, aun los escritores que pueden ser considerados exitosos deben encontrar maneras de ganarse la vida. Idealmente, un escritor que aún no puede vivir únicamente de regalías podrá de todas formas desarrollarse creativamente prestando sus servicios creativos para proyectos que no son propios. Digo idealmente porque, en mi opinión, es el mejor camino profesional al que podemos aspirar.
No es fácil abrirse camino en un mundo competitivo, pero con la actitud y aptitud correcta, es muy posible conseguir trabajo como escritor creativo en un nivel profesional. Aquí te doy algunos tips que me han servido a mí.
Ten paciencia
No importa quién ni qué tan talentoso crees que eres, cementar una carrera como escritor es algo que tomará tiempo y esfuerzo, especialmente en el clima actual. A mucha gente le encantaría conseguir trabajo de guionista en la siguiente gran serie de HBO inmediatamente al entrar al mundo laboral, pero eso será imposible para la enorme mayoría de nosotros.
Esto podría sonar como una mala noticia, pero la realidad es que, si escribir es lo tuyo, descubrirás que aun cuando estés comenzando en proyectos poco interesantes o poco glamorosos, lo disfrutarás más de lo que crees y si eres sabio, aprenderás mucho en el camino.
Recuerda que nada está fundamentalmente por debajo de ti
Naturalmente nunca hay que poner nuestra dignidad como artistas de lado ni debemos tomar trabajos que no nos sean cómodos—esto es una regla que aplica a cualquier ámbito artístico. Habiendo dicho eso, nunca hay que permitir que el ego nos diga que aquel trabajo que se nos está ofreciendo está demasiado debajo de nosotros.
Personalmente, mi primer trabajo como escritor profesional después de un guion comisionado, fue el de analista de guiones—y eventualmente escritor de proyectos—para telenovelas en TV Azteca. Claro que hubo burlas cuando lo comentaba, pero aunque nunca fue mi sueño, ese fue un trabajo que por mucho tiempo disfruté muchísimo y en el que aprendí lecciones que no habría aprendido en otro lugar. Además, conocí muchísimos compañeros escritores cuya amistad atesoré. Lo repetiré cuantas veces sea necesario: nunca dejes que el ego te meta el pie.
Identifica si el trabajo es el correcto para ti
Hay muy pocas razones válidas para rechazar una oportunidad de trabajo como escritor, y casi todas ellas dependen de una pregunta: ¿eres capaz de llevar a cabo lo que se te pide al máximo de tus habilidades? Debes identificar todas las cosas que podrían entrometerse en tu camino:
¿tienes el tiempo de hacerlo? ¿Tienes la experiencia para lograrlo? ¿Tu arte está en un nivel suficientemente alto para llevar a cabo el proyecto? Y más importantemente: ¿estás dispuesto a esforzarte al máximo para asegurarte de entregar la mejor versión posible del escrito por el que se te está pagando? Esta duda no es para protegerte a ti sino para asegurarte de que el cliente no esté cometiendo un error al contratarte cuando existen otros mil escritores que podrían hacerlo.
Aprende a hacer compromisos (creativos y monetarios)
Uno de los problemas más grandes que he visto en compañeros es la absoluta inhabilidad de respetar los deseos del cliente. Nunca hay que perder de vista la realidad de que, si nos están contratando, una persona está dispuesta a usar sus recursos para que un escritor ejecute su visión. Es posible que a veces sea difícil llegar a un acuerdo, pero un buen escritor siempre lo logra. La flexibilidad es clave para desarrollarnos en esta industria, y siempre hay que manejar todos los proyectos y todos los clientes en términos caso-por-caso. A la hora de cotizar tu trabajo, a la hora de hacer propuestas, a la hora de hacer entregas, siempre recuerda ser flexible y, sobre todo, humilde.
Busca crear relaciones a largo plazo
Una extensión del consejo anterior, y uno de los tips más importantes que podría dar, es hacer todo lo posible para crear relaciones a largo plazo. Hay muchísimas maneras de hacer esto, pero todas se relacionan a la manera en la que nos desarrollamos con cada oportunidad que tenemos.
Entrega todo a tiempo, respeta a tu cliente, respeta su trabajo, haz tu mayor esfuerzo sin importar el tipo de trabajo que se te pidió e incluso ofrece tu ayuda a gente y proyectos que llamen tu atención aunque estos apenas estén comenzando. La gente no olvida aquellos que los han ayudado, y desarrollarse con disciplina e integridad podría no solo asegurarte un lugar en los proyectos futuros de tu cliente, sino abrirte puertas a muchos otros.
Agradece cada oportunidad que tengas
No eres Stephen King. No eres George R.R. Martin. No eres Joss Whedon. No eres David Mamet. No mereces que te lluevan proyectos ni mereces la atención inmediata de ningún creador. No importa dónde o con quién has trabajado, nunca jamás debes perder la humildad para agradecer cada vez que algún creador te tiene la confianza de poner un proyecto suyo en tus manos. Respeta siempre esa realidad, respeta siempre la confianza que se te está dando y agradécela.
Siempre hay lecciones que aprender — encuéntralas
Aunque ya tengo la bendición de formar parte de proyectos enormes, brillantes y emocionantes con geniales creadores, me encanta también realizar trabajos escribiendo comerciales de TV, cortos digitales, copies creativos para sitios web y otras áreas que no cuentan con tanto glamour. No hay un secreto detrás de esto: cuando adoras el arte de la escritura, cualquier oportunidad para desarrollarte creativamente, que además será recompensada monetariamente, es buena.
Podría nombrar decenas de lecciones que he aprendido escribiendo anuncios para juguetes, copies de redes sociales, eventos, reels, y similar. Escribir nunca debe sentirse como una talacha y siempre, siempre, existen oportunidades para desarrollarnos y mejorar como escritores. Dejar de aprender no es una señal de saber mucho, sino de rehusarse a crecer.
La regla de oro: el cliente debe estar feliz antes que tú
Debes taladrarte esto en tu cabeza: tú no estás por arriba de un cliente que está pagando por tus servicios como escritor. Este no es tu proyecto. El futuro ideal es que ambos tú como el cliente estén contentos con el producto final que entregues, claro, pero esto no siempre se podrá. A veces los compromisos creativos podrían dejarte sintiendo que tu escrito no es el mejor posible, pero tu trabajo es el de asegurarte que tu cliente esté contento antes que nada. Si tu cliente está contento, misión cumplida. Si tú cliente no está contento, pero tú sí, fission mailed. Lo siento.
La regla de platino: nunca olvides tu arte
Y vaya, lo más importante de todo: nunca te olvides de tus propios proyectos. Siempre siempre siempre, independientemente de qué hagas para pagar las cuentas, de lo mucho que te encante o no, debes ejercer tu creatividad en tus propias ideas. Todo lo que hagas de día debe nutrir el trabajo que realizas de noche. Si llegaras a un punto donde tu trabajo ya no te permite trabajar en tus propios proyectos, hay que replantear la situación.
Notarás que muchos de estos tips se reducen a: sé profesional, humilde y disciplinado. La realidad es que eso es lo más importante que hay que tener en mente para poder conseguir y mantener trabajo como escritor. Sé el tipo de escritor que a ti te gustaría contratar cuando necesites hacerlo y podrás abrirte camino en esta industria. ¡Buena suerte!