La Biblioteca: Homo Ludens
Reseñas de libros que considero han sido esenciales en mi formación como un creativo autodidacta.
Homo Ludens de Johan Huizinga
El trabajo del historiador danés Johan Huizinga debe de ser uno de los textos más citados y más importantes en la historia del estudio del juego y el ocio. Huizinga presenta su tesis desde el título del libro, ya que propone que el hombre ha dejado de ser “Homo Sapiens”, el hombre que piensa, y ha pasado a transformarse a “Homo Ludens”, el hombre que juega.
Los prejuicios infantiles que tenemos sobre el concepto de juego nos podrían llevar a concluir que Huizinga se está burlando o haciendo un juicio negativo sobre el hombre, pero en realidad lo que Johan hace es darnos un cumplido del más alto nivel.
Aprendiendo a jugar
Homo Ludens propone el acto de jugar como uno de los más elevados y puros dentro de la civilización humana, de hecho, Huizinga es incapaz de entender a la civilización humana sin el juego.
El juego es una fuerza civilizadora, a través de él aprendemos a resolver nuestros conflictos de manera ordenada y justa. Jugar es comunicarnos, crear acuerdos y respetarlos.
Es importante tener a Homo Ludens como uno de nuestros primeros acercamientos al diseño de juegos ya que es un texto que va ampliar nuestra definición de lo que es un juego y de lo que este puede lograr.
Cuando Huizinga habla del juego no solo nos habla de un juego de mesa, un deporte o los juegos efímeros que suceden en la imaginación de los niños en un parque. Todo acto que sucede dentro de un espacio abstracto y que se rige por reglas especiales, es en forma y función un juego.
“Todos los movimientos del juego suceden dentro de un espacio de juego delimitado de antemano ya sea material o idealmente, deliberadamente o mientras se juega. Así como no hay diferencia formal entre el juego y el ritual, el espacio consagrado no se puede distinguir formalmente del espacio de juego. La arena, la mesa de cartas, el círculo mágico, el templo, el escenario, la pantalla, la cancha de tenis, la corte de justicia, etc., son todas en forma y función espacios de juego. Espacios prohibidos, aislados, contenedores de reglas especiales. Todos son mundos temporales dentro del mundo ordinario, dedicados a un acto aparte”.
— Johan Huizinga, Homo Ludens —
De este modo Huizinga reconoce y transforma muchos de los rasgos de nuestra civilización en actos de juego. Las leyes, la economía, las escuelas, el arte, la poesía, la religión, todas ellas son acciones e ideas que Homo Ludens clasifica como juego.
El juego como herramienta
Es exactamente por esto que Homo Ludens es un texto tan relevante hoy como lo fue en su fecha de publicación en 1938. Huizinga nos ayuda a entender que todo acto abstracto es un acto de juego, si tú como un diseñador de juegos logras internalizar esto, te vas a dar cuenta que tu campo de influencia en órdenes de magnitud es más amplio de lo que imaginabas.
Homo Ludens no es un libro práctico, tampoco es fácil de leer. Es un texto de antropología escrito por un académico para sus pares. Aun así, hay una razón muy importante por la que con casi cien años de antigüedad este título sigue en circulación; Homo Ludens es un texto obligatorio para todos quienes aman el juego y se quieren dedicar a él.
Aún si el juego y sus estudios no te interesan profesionalmente, este libro es una herramienta esencial para entender la civilización moderna ya que si entendemos el juego de la manera en la que Huizinga nos lo propone, nos vamos a dar cuenta que en efecto somos Homo Ludens.
Homo Ludens te va a convencer de que el hombre que juega es la evolución del hombre que piensa y el hombre que crea juegos es capaz de moldear el mundo.