Los mejores juegos de estrategia para mantener la cordura
Creo que nunca he experimentado una verdadera depresión, siempre he sido una persona de naturaleza optimista, pero como todos en la vida tengo momentos de altos y de bajos ánimos. No recuerdo un momento en el que mis ánimos hayan estado tan bajos como después del lanzamiento y fracaso de Agent Awesome en 2015.
El fracaso de ese proyecto no fue parcial ni rescatable, fue un fracaso claro e inmediato. Ese proyecto al que le había invertido años de mi vida había nacido muerto y no había nada que pudiera hacer para cambiar ese destino.
¿Entonces qué hice? Entregarme a los videojuegos. Específicamente jugué X-Com: Enemy Within y en ser el comandante de la defensa de la humanidad ante una invasión alienígena encontré paz.
El primer videojuego de estrategia por turnos que recuerdo haber jugado fue Advance Wars en el Game Boy Advance. Encontré en ese género algo que me capturó de inmediato, de ahí salte a Final Fantasy Tactics y los títulos de Fire Emblem para el GBA pero después de jugarlos ya no encontré muchos más títulos de ese estilo.
En 2012 me reencontré con X-Com: Enemy Unknown y me sumergí por completo en este título. Recuerdo pasar noches de desvelo hasta las 4am luchando contra la invasión alienígena, recuerdo obsesionarme con jugar en Iron Man Mode, el modo que solo tiene un save file y se autoguarda después de cada turno y recuerdo perder varias veces pero nunca reiniciar el juego hasta llegar a la pantalla de Game Over.
No tuve oportunidad de jugar Enemy Within cuando salió y no recuerdo que me empujó a jugarlo en mi crisis de 2015. En una semana le metí más de cuarenta horas y lo termine y por alguna razón el tener esa victoria frente a los alienígenas me dio la fortaleza para salir del agujero emocional en el que estaba.
Hoy, el Coronavirus tiene al mundo de cabeza. Sé perfectamente que no soy de las personas mas afectadas y que el simple hecho de poder pasar la cuarentena en casa es un gran privilegio. Aun así miro a mi alrededor y veo sufrimiento, amigos perdiendo proyectos a los que han dedicado sus vidas, planes cancelados, gente sin trabajo, además del dolor personal que me causa ver no poder ver a mis amigos, sin hablar de los proyectos que he perdido.
Puedo decir con toda seguridad que desde que salió Agent Awesome en 2015 no me había sentido tan mal emocionalmente como me siento ahora.
¿Y qué hago? Jugar. Especificamente Battletech. Uno de los mejores videojuegos de estrategia por turnos y mechas, desarrollado por Harebrained Schemes se lanzó en 2018 y cuando salió lo jugué un buen rato pero por falta de tiempo nunca lo acabe.
Dos años después me reencuentro con el juego y es el momento perfecto para jugarlo, todas las expansiones y parches que han salido me estan entregando una experiencia muy superior a la que hubiera tenido en 2018.
Y en ser el comandante de una compañía de mercenarios que lucha una guerra revolucionaria encontré paz. Recordé 2015 y recordé X-Com y al encontrar el patrón no pude evitar hacerme una pregunta ¿qué tienen los videojuegos de estrategia que en tiempos de caos me traen paz?
En estos títulos encuentro varias cosas. La primera es que me sumergen por completo, exigen mi atención total en todo momento. Especialmente jugando en modo Iron Man, una mala decisión, un cálculo incorrecto, no estar preparado para una emboscada enemiga, cualquier cosa te puede costar todas las horas que has invertido y te puede llevar a tener que reiniciar el juego.
Esto te obliga a calcular el riesgo de cada decisión que tomas, cuánto gastar en reparaciones, sueldos, quién va a la misión y a donde se mueven los Mechs y el armamento que cargan en ella. Decidir invertir en mejores instalaciones mecánicas o médicas me puede costar una vida, pero no reparar a tiempo un Mech me puede costar un mes de ingresos y llevarme al game over. Es fácil que las horas se derritan mientras estas invertido en hacer todos estos cálculos mentales, cada decisión una apuesta que puede pagar o no.
Y en esas decisiones está el segundo factor determinante de por qué los juegos de estrategia me traen paz. Me dan control absoluto de la situación, ese control que la vida me niega en momentos de caos lo encuentro en estos juegos. Yo soy el comandante y mi palabra es la final, yo tomo las decisiones y me hago responsable por las consecuencias.
Y ahí está el tercer factor interesante que encuentro en los juegos tácticos. A diferencia de RPG’s de acción como Assassins Creed o FPS’s como Call of Duty, la fantasía de poder en los juegos de estrategia no es total. En cada misión existe el riesgo del fracaso, la posibilidad de perderlo todo, en especial si como yo juegas en modo Iron Man.
El juego te da poder y con poder viene la responsabilidad. Estos juegos no son un escape del estrés, son una fuente diferente de estrés. Nunca tienes información perfecta, toda decisión es una apuesta.
Veo en estos juegos una especie de campo de entrenamiento para la vida en tiempos de caos. Mas que un escape, son una preparacion. En momentos donde la vida es caos y donde tal vez hemos olvidado cómo lidiar con el caos y la incertidumbre de la existencia juegos como X-Com o Battletech nos dan un espacio en donde entrenar nuestra capacidad para tomar riesgos y para recordar lo que se siente tener control de nuestra vida y también que nunca tendremos control total.
No puedo estar del todo seguro de que esos sean los motivos detrás de mi tendencia a gravitar a estos juegos en tiempos difíciles, pero tampoco pude evitar tener esta reflexión.
Lo único que sé con certeza es que en tiempos de caos los juegos de estrategia por turnos me traen paz. Sea cual sea la razón de ello no me queda más que agradecer tenerlos en mi vida y prepararme para la siguiente misión.