The Outer Worlds es el reemplazo de Fallout que nuestro corazón necesita
Hace más de veinte años, en 1997, se lanzó al mercado uno de los mejores videojuegos : el primer Fallout. En ese momento los RPGs isométricos estaban en su auge y Fallout fue amado por los jugadores y por la crítica. Todos quienes lo jugaban resaltaban un aspecto en particular del juego; su narrativa con un excelente uso de la sátira y el humor.
Fallout hacía un comentario muy puntual; la guerra es horrorosa. En el mundo de Fallout, China y Estados Unidos se habían enfrentado en una guerra nuclear que transformó al planeta Tierra en un páramo radioactivo e inhabitable.
Esta guerra nuclear es la conclusión lógica a una guerra fría que Estados Unidos mantuvo por décadas con China y la Unión Soviética. El mundo de Fallout es uno en el que el muro de Berlín nunca cayó, uno en el que el comunismo nunca colapsó y más importante aún, uno en el que la propaganda de la Guerra Fría nunca terminó, para ninguno de los lados.
Ese es el principal ejercicio creativo que Tim Cain y Leonard Boyarsky, escritores del Fallout original hicieron con la serie: ¿Cómo avanzaría la historia del mundo si la Guerra Fría nunca hubiera terminado? ¿Qué clase de ideología tendrán las generaciones que nacieron bajo el adoctrinamiento propagandista de ambos bandos?
El mundo de Fallout fue la respuesta a esas preguntas. Un mundo en el que es preferible llegar a la guerra nuclear que a compromisos ideológicos. 200 años después, los sobrevivientes de esa guerra nuclear que ahora están repoblando el planeta continúan viviendo esos ideales. La guerra nunca termina por que la humanidad nunca cambia.
Pero Fallout sí cambió…
Fallout fue increíblemente exitoso y se convirtió en uno de los mejores videojuegos de la historia. Alcanzó a tener una secuela y un par de spin-offs, pero después de Fallout 2 la serie murió.O al menos eso parecía hasta que Bethesda compró los derechos de la serie y en 2008 publicó Fallout 3.
Una vez más el juego fue aclamado por la crítica y su audiencia, el espíritu de los títulos originales se encontraba en Fallout 3. El juego había dejado de ser un RPG isométrico y evolucionó a ser un RPG de aventura en primera persona. Para muchos de nosotros este fue nuestro primer encuentro con un Fallout y nos enamoramos. El juego recibió muchas críticas de los fanáticos de los juegos originales; sí, su narrativa era bastante graciosa pero un poco del mensaje del juego original se había perdido. El mejor ejemplo de esto era que el juego te daba la opción de explotar una bomba nuclear, pero quienes defendemos Fallout 3 argumentamos que, aunque el juego te lo permitía estaba claro que hacerlo era un acto abominable.
Destruir Megatón traía consecuencias negativas y te hacía sentir como un monstruo, pero utilizar una bomba nuclear para tener un beneficio dentro del juego es algo que nunca se hubiera visto en los títulos originales.
Para no hacer esta historia más larga de lo que debe de ser omitiremos Fallout: New Vegas, desarrollado por Obsidian, y Fallout 4, una secuela que fracasó en recapturar a los fanáticos de los juegos originales y de Fallout 3.
El claro momento en el que la serie de Fallout perdió su alma fue con el lanzamiento de Fallout 76.
Fallout 76 fue el primer juego multijugador de Fallout. Todos los habitantes del juego eran humanos, todos competían por recursos y podías luchar contra ellos. Tenías que conseguir recursos para armar tu equipo y construir tus bases, pero para conseguir los mejores recursos era necesario hacer estallar una bomba nuclear. Así es, los mejores recursos los encontrabas en un páramo nuclear que tú mismo creabas.
Una serie que comenzó como una advertencia sobre los excesos del poder militar, terminó transformada en una fantasía de poder básica. Tus objetivos ya no eran sobrevivir ni reestablecer una civilización digna, tus objetivos eran ahora conseguir la armadura más grande, explotarles una bomba nuclear a tus enemigos e ir al cráter de esa bomba para conseguir recursos que te permitan tener una mejor armadura y repetir el proceso.
The Outer Worlds salva el día
Para los fanáticos de Fallout, 76 mató a la franquicia o al menos lo que la franquicia representaba. Pero en los Game Awards de 2018 se anunció The Outer Worlds y todos los que amábamos Fallout no podíamos parar de sonreír.
Nuestra emoción creció aún más cuando salieron Tim Cain y Leonard Boyarsky al escenario para hablar del juego. Ellos, los creadores del Fallout original, eran las cabezas que estaban detrás de The Outer Worlds.
Desarrollado por Obsidian, The Outer Worlds es un RPG de acción en primera persona que te pone en el rol de un colonizador espacial que por una falla en su cápsula de criogenia despierta 200 años más tarde de lo que debía.
El mundo en el que despierta es un paraíso capitalista en el que literalmente todo es dominado por una de nueve mega corporaciones. La única opción para sobrevivir en este mundo es trabajar para una de ellas y claro, todos los pobladores de las colonias han sido adoctrinados por alguna de estas empresas.
Así, en 1997 Cain y Boyarsky hicieron un ejercicio creativo para imaginar un mundo esculpido por la ideología de la Guerra Fría; hoy en The Outer Worlds repiten este ejercicio, pero con una nueva pregunta: ¿Cómo se vería un mundo donde se le permite al capitalismo llegar a su conclusión lógica?
En 1997 la Guerra Fría había terminado y Fallout no fue más que un ejercicio creativo. Pero hoy, en 2019 el tema del capitalismo voraz es mucho más relevante y actual. Tenemos empresas como Amazon y Wal-Mart explotando a sus trabajadores para hacer más ricos a sus dueños que ya son multimillonarios. En la misma industria de los videojuegos se habla de casos de explotación y crunch descontrolado o despidos injustificados incluso después de años fiscales exitosos. Vivimos en la época con el problema de distribución de riqueza más grave al que se ha enfrentado la humanidad.
Es en este contexto en el que se lanza The Outer Worlds. En una entrevista con Vice durante E3 2019 Cain y Boyarsky admitieron que cuando empezaron a trabajar en el título hace más de tres años no se imaginaban que los temas que estaban tocando terminarían siendo tan relevantes durante la ventana del lanzamiento del juego. Así como se calculaba que el derretimiento del hielo ártico se alcanzaría en 2070 vs los niveles a los que se derrite actualmente, los creadores de The Outer Worlds no imaginaban que el capitalismo aceleraría tan rápidamente hacia la visión distópica que presentan en su juego.
Los demos de Gameplay que hemos visto de The Outer Worlds nos confirman que el humor y la crítica social que llevaron a Fallout a la fama se encuentran ahí. Con más de veinte años de experiencia acumulada desde el lanzamiento del Fallout original no podemos imaginar cómo ha mejorado la capacidad de Cain y Boyarksy para crear los mejores videojuegos con universos que reflejan de manera humorística las verdades más difíciles de admitir de nuestra sociedad.
La cruel realidad…
The Outer Worlds parece ser el título que continuará con el legado de los Fallout originales. Pero al final del día el juego es un producto de una corporación que busca ganar dinero con él, una corporación que seguramente no tendría problema con crear un mundo similar al que The Outer Worlds propone.
No podemos evitar preguntarnos, ¿sobreviviría el mensaje de The Outer Worlds si el juego llegara a tener un éxito comparable al de Fallout? La respuesta a esa pregunta no la tenemos, pero creemos que vale la pena hacerla.
Es muy pronto para hablar del futuro de un juego que aún no sale, pero en definitiva el contexto de su creación y los temas que toca se prestan para tener conversaciones muy interesantes.
Al final del día no descartamos que en veinte años estemos jugando un spinoff de The Outer Worlds en el que tengamos que optimizar cómo explotamos a nuestros colonizadores para nosotros crear y administrar nuestra propia colonia espacial.
Solo el tiempo lo dirá, pero por ahora sólo nos queda esperar al 25 de octubre para jugar este título que esperamos con tantas ansias.Tres videojuegos con decisiones que te harán sufrir